sábado, 5 de marzo de 2011

Llegada a Brujas

El tren para en Brujas, medio dormido cojo mi mochila, me la pongo y bajo de un salto .

Hace mucho frió y hay una niebla densa, la gente empieza a andar locamente como hormigas hacia algún sitio, yo les sigo. Justo antes de entrar en Brujas, nos paramos en un semáforo en rojo muy ruidoso, al ponerse en verde cambia su ruido y nos abalanzamos hacia el pueblo.

Todas las casas, las calles, los arboles son especiales y me quedo contemplándolos durante un tiempo embobado, una gota en la cara me vuelve a realidad y me recuerda que no he venido aquí para hacer turismo.
Saco mi Moleskine y leo por enésima vez la dirección de la calle, la gente se ha dispersado y solo veo una pareja haciéndose fotos a lo lejos de una iglesia, estos seguro que no conocen mi destino.


Un gato por una ventana me mira con mirada sabia. Llamo a su puerta, una anciana me abre  y se va hacia dentro hablando en holandés o algo parecido. Veo que hay como tres o cuatro gatos más dentro, todos mirándome fijamente.

 A fuera empieza a diluviar.

Mi situación:






---->Un questionario<-----

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